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Relativamente reciente (finales del S.XX) se descubrieron las ruinas del templo romano de Diana en las traseras de unas edificaciones de Mérida. Tras la compra y posterior derribo de estas por parte de las autoridades locales, quedaron a la vista los restos, que pudieron ser restaurados en un perfecto ejemplo de Anastilósis, de la mano experta de Dionisio Hernández Gil.  Sin embargo, los derribos dejaron las cicatrices y vacíos de medianeras y espacio alrededor del templo. Se propuso un concurso de ideas que cerrara el espacio y significara al templo y restantes ruinas.

La propuesta presentada cierra la plaza con una textura natural pétrea –a modo de excavación arqueológica—formada por acumulación de gaviones (jaulas metálicas rellenas de roca suelta), que envolvían las medianeras, estableciendo un fondo natural y neutro contra el que se dibujaba claramente el templo. La plaza asimismo recogía las trazas del antiguo foro, exponiendo las ocasionales ruinas halladas.


QUEEntorno y plaza del Templo Romano de Diana
COMOConcurso (entrada)
DONDETemplo de Diana,
C/ Romero Leal, Mérida
CUANDO2006
CUANTO1.974,50 m2
QUIENConsorcio Ciudad Monumental Hist+orico-Artística y Arqueológica de Mérida
QUIENES

Guridi Tartás Arquitectos,


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