VELATORIO DE HOYOS, CÁCERES
En lugares como Hoyos donde todos los vecinos se conocen, despedirse de uno de ellos es al mismo tiempo que un acto social, un duelo común que necesita de un lugar luminoso, recogido pero abierto a la naturaleza donde necesariamente volvemos. El entorno de este pequeño edificio de apenas 150 m2 con carácter de capilla u oratorio, permite establecer ese diálogo con la naturaleza en varios planos: el más lejano de la sierra y sus picos, el próximo del bosque de mimosas y pinares y el más cercano del jardín interior, donde aislarse para recordar la pérdida de un ser querido.










